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Cómo prevenir el estrés térmico

El estrés térmico es frecuente entre quienes están expuestos a altas temperaturas durante un periodo prolongado. El cuerpo humano es menos resistente a las altas temperaturas, por lo que es aconsejable evitar pasar demasiadas horas bajo la luz directa del sol cuando hace mucho calor. Incluso caminar despacio puede aumentar la frecuencia cardiaca a altas temperaturas.

 

El estrés térmico se produce cuando la temperatura corporal supera los 40,5 grados Celsius. A esta temperatura, el cuerpo empieza a desconectar sus sistemas internos, provocando deshidratación y fatiga. Además, pueden producirse daños en los tejidos. Hay varias causas de estrés térmico además de la exposición directa a altas temperaturas.

 

Los lugares con mala circulación de aire y las zonas de trabajo mal ventiladas pueden contribuir a la deshidratación. El cuerpo humano se enfría a través del sudor, que requiere una hidratación adecuada. Un cuerpo deshidratado puede no sudar lo suficiente, manteniendo así una temperatura corporal más elevada.

 

Hay muchas formas de reconocer los signos del estrés térmico. Los síntomas pueden incluir temperatura corporal elevada, piel roja y caliente, lengua seca e hinchada, dolor de cabeza, náuseas, fatiga, aumento de la frecuencia cardiaca y pérdida de conciencia. Es aconsejable buscar asistencia médica si aparecen uno o más de estos síntomas.

 

Para prevenir el estrés térmico, es importante reducir la exposición directa al sol durante los días calurosos y buscar la sombra cuando sea necesario. Llevar ropa ligera y de colores claros puede ayudar a mantener el cuerpo fresco. También es importante beber mucha agua y otros líquidos no alcohólicos para evitar la deshidratación, aunque no tengas sed. Mantener el interior bien ventilado y ducharse con agua fría puede ser útil para refrescarse.

 

Para evitar estos problemas, hemos incluido en la gama ropa refrigerante, una línea completa de ropa específica para situaciones de mucho calor.

 

El uso de chalecos refrigerantes puede ayudar a enfriar rápidamente a una persona expuesta a temperaturas extremas.

 

Este método lo utilizan a menudo las organizaciones que emplean trabajadores manuales al aire libre cuando hace un calor excesivo, y también está empezando a ser recomendado por algunos estados en la legislación laboral.

 

Siguiendo estas precauciones, es posible reducir el riesgo de estrés térmico y mantener el confort durante los días calurosos.

 

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